La neuroarquitectura es una rama de la arquitectura en la que se trabaja mano a mano con científicos, para entender de forma objetiva cómo el entorno modifica nuestras emociones.
Busca trasladar las sensaciones humanas a datos objetivos y medibles para entender mejor cómo nos sentimos en los espacios construidos desde un punto de vista científico.
Es posible, por ejemplo, medir la actividad cerebral de las personas cuando están interactuando con un espacio construido.
Si se combinan con otras mediciones, como la frecuencia cardíaca, puede registrarse cómo van cambiando sus niveles de estrés o de ansiedad.
Utilizar la ciencia para crear lugares más acordes a nuestras necesidades puede ayudar a optimizar nuestras viviendas y otros espacios. No es nada nuevo que nuestro entorno influye en cómo descansamos, producimos y nos sentimos.